Democracia en extinción

Sobreviviendo en el Yasuní hay un grupo de seres humanos que mantienen la decisión milenaria de vivir en aislamiento de otros grupos humanos. Nosotros, los que supuestamente hemos decidido vivir en sociedad, los denominamos Pueblos No Contactados. Hay una ironía en esta terminología, pues creo que su futuro inmediato está ligado a que miles de ciudadanos como nosotros dejemos de vivir en un tipo de aislamiento voluntario que impide que reaccionemos ante amenazas que atentan contra la Vida en su versión más pura y más frágil, contra la humanidad presente y futura, y contra los derechos civiles y la democracia. 

A diario, y mucho más cerca de nosotros los civilizados están ocurriendo cosas que deberían de contactarnos con la realidad, realidad que nada tiene que ver con la propaganda que nos dice que avanzamos. Al precipicio avanzamos. 

Avanzamos con dinero electrónico para extinguir el milagro ecuatoriano conocido como dolarización. (La revolución debería de prohibirse olvidar que autor de este milagro fue el partidócrata Jamil Mahuad.) 

Avanzamos con dudas planteadas desde las redes sociales que muestran indicios de que el padre de un alto funcionario acusado de violar y embarazar a una menor estaría aún evadiendo la justicia con ayuda de un doble que lo reemplaza, no sabemos hasta dónde, ni hasta cuándo.

Seguimos avanzando con el exministro de deportes acusado de peculado y sentenciado por sólo tres meses. El peculado tiene una pena de entre 8 y 12 años, de modo que Raúl C. debe ser muy devoto de la justicia verdeflex, pues le concedieron un milagro de sentencia flash. 

Avanzamos muertos de risa con la autoridad electoral tomando partido con tesis del gobierno, y burlándose y amenazando en cadena nacional a un grupo de jóvenes que han hecho lo que ningún político: desafiar la soberbia y la ignorancia del poder temporal con dignidad imperecedera, y principios inclaudicables. 

Finalmente, mientras escribo estas líneas, se otorga licencia para explotar los campos Tiputini y Tambococha, y se viabiliza la reelección indefinida. Ambas decisiones se toman de espaldas a los mandantes, sin consulta popular, poniendo en peligro la vida y la república. 

Así se extingue la democracia en Ecuador. Se extingue, sobre todo, con nuestro aislamiento voluntario. 

#DemocraciaEnExtinción

(Publicado originalmente en El Universo, el jueves 12 de junio de 2014).

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