Un momento irrepetible

Discurso base para la primera vuelta 2023 de Fernando Villavicencio Valencia, nuestro Fernando Valiente — Escrito por GPB • 26 de mayo, 2023

  1. He aceptado el desafío más grande de mi vida, pasar de ser el representante de la gente buena, la más valiente y luchadora de nuestro país, a ser su candidato a presidente para extirpar las mafias que tienen al país aterrorizado y estancado.

  2. Quiero compartirles que, a menudo, mi forma de hablar me delata como poeta frustrado y soñador incorregible, y eso se debe a que a lo largo de mi vida siempre he sido parte de esa multitud silenciosa de románticos que insisten en emprender caminos largos y duros, —que aseguran persecución y enemigos en las altas y en las bajas esferas—, pero que es indispensable que los andemos, porque son los de las causas justas. Causas dignas, por las que vale la pena luchar hasta conseguir lo que parecía imposible, como que aquel que se creía dueño del Estado ecuatoriano, hoy esté sentenciado por corrupción. Esa condena solo fue posible, gracias a la investigación que, junto a un equipo de heroicos periodistas hicimos. Eso, amigas y amigos, es una gran victoria de ustedes, la gente buena, valiente y honesta, la que quiere vivir en un país amable y justo. Libre de dictadores y de mafias, un país digno que no se arrodilla ante nadie.

  3. Hoy, a mediados del año 2023, creo que este es un momento irrepetible, donde la Historia nos pide que hagamos lo excepcional, lo inesperado, lo insólito, lo ineludible. Que venzamos las billeteras de la corrupción, de los negociados; las mentiras del populismo; las ráfagas del odio y la venganza de las bandas que buscan impunidad para seguir acumulando dinero mal habido y poder político para someternos a la pobreza y a la inseguridad. Es la hora de las valientes, de los insumisos, es la hora de volver a vencer a quienes se creen invencibles, porque están acostumbrados a ganar con amarres y trampas a la gente. Otra vez: como con el periodismo libre, como con la resistencia ciudadana, como desde unas pocas voces audaces en la Asamblea, otra vez les vamos a ganar. Contundentemente.

  4. Anhelo construir un país más allá de las ideologías y de las creencias, que permita que seamos una sociedad más amable y solidaria, donde nadie se sienta discriminado, y donde los anhelos y las victorias de unos no sean las amarguras de otros, sino el triunfo de todos.  Para ello, quiero invitarlos a construir puentes entre nosotros. Yo seré el primero en ofrecer gestos sinceros de reconciliación y de comprensión de realidades diversas y complejas, porque la reconciliación es imprescindible para poder caminar juntos hacia adelante, sin excluir a nadie que verdaderamente ame al país.

  5. Solo así podremos sentir que las divisiones, el odio y el miedo son parte del pasado. El pasado de los insultos, de las persecuciones, de la corrupción, del narco-Estado, del terrorismo y los sicariatos.

  6. Ese mismo pasado que manejó la mayor bonanza de la historia, y no pudo o no quiso —porque le era inconveniente— corregir uno de los temas que más nos atormentan, y que no debería de permitirnos dormir tranquilos. Hablo de la desigualdad, de esa desigualdad que nos separa, que nos hace sentir como si fuéramos distintos grupos. Y, para vencerla no basta solo la determinación. Es esencial entender que la desigualdad no empieza ni termina con los ingresos. Que se manifiesta desde antes del nacimiento y durante la infancia, sigue con los accesos a la educación, se profundiza con las discriminaciones, y se consolida con la adversidad. Esto tiene que terminar. Porque la desigualdad se da en las oportunidades y en los resultados. Se reproduce diariamente en la falta de salud, de educación, de empleo, de oportunidades de emprender, y se profundiza cada vez que los más poderosos imponen sus intereses sobre el interés general, ya sea en la política, los negocios, o las decisiones públicas que afectan esta casa común que debemos cuidar.

  7. Esto tiene que acabar. Y para eso no podemos elegir a ninguno que haya sido parte de esa historia que queremos y debemos superar.

  8. Tenemos los recursos, la voluntad y el coraje, tenemos a las personas más honestas y capaces. Juntos vamos a trabajar para el futuro, pero para un futuro que nos alcance a la nación toda, integrada por personas de distintos orígenes y con distintos propósitos de vida, unidos en el amor a nuestra tierra compartida.

  9. Para que la felicidad sea finalmente alcanzable, para que Ecuador sea el país posible que queremos, los necesito a todos y a todas ustedes, los mismos que durante estos años hemos resistido con dignidad y fortaleza, vamos juntos a triunfar.

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