Martha Roldós y el Innombrable

Vuelvo de mi silencio de varios meses movida por la indignación ante la infamia, una más, proferida desde el poder temporal de un Innombrable, en contra de Martha Roldós, luchadora tenaz e incansable.

Gracias a la bajeza y pequeñez de aquel a quien es peligroso nombrar, he podido ser testigo de la grandeza de Martha, de su resiliencia, de su coraje, de su paz. Y eso me ha llevado a reflexionar sobre los efectos de la tragedia en la vida de Martha y sus hermanos. Tragedia que abarcó no solo la desaparición de sus padres –sin respuesta clara hasta ahora– sino la maldad y el abuso de parte de algunos familiares, que en vez de ser su refugio, fueron su espada y su trampa, queriendo lucrar de su dolor, de su pérdida, de su absoluta vulnerabilidad. 

¿Qué clase de espíritu resiste estos golpes, y mantiene su integridad, incapaz de mutar en un ser oscuro, odiador, vengativo, delirante de persecución? Un espíritu libre, conducido por la mayor fuerza del universo, el amor. 

Esto me recuerda la saga de Harry Potter, cuyo protagonista también fue dejado en orfandad por una fuerza siniestra, y estuvo al ‘cuidado’ de unos tíos y primo ensimismados y mezquinos. Harry, tal vez porque según cuenta la historia, sus padres lo amaron al punto de dar su vida por él, eligió estar en la luz.

Voldemort, también conocido como el Innombrable, fue huérfano de madre desde el nacimiento. Su padre los había abandonado antes de que él naciera. Se crió en un orfanato. De adolescente, buscó y asesinó a su padre en venganza por el abandono. Vivió movido por el odio y un hambre insaciable de poder para el mal.

¿Qué hace que, a pesar de las similitudes de sus circunstancias, Harry y Voldemort sean tan distintos? ¿Qué hace que Martha sea tan diferente a otros personajes, a quienes la vida parece haberles dado licencia para ser innombrables, indenunciables, incuestionables, inopinables, huérfanos de compasión, de respeto, de veracidad, de buen humor? 

Creo que la respuesta nos la da la misma autora de Harry Potter, J.K. Rowlings, a través del más sabio de sus personajes: Albus Dumbledore.

“Son nuestras elecciones las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades.” 

“No importa cuánto se parezcan, sino cuánto se diferencien.” 

Gracias, Martha, por haber elegido ser quien eres. Por perseverar en la batalla de lo ético, de lo justo, de lo correcto. 

No necesitas ganar ninguna elección para ser una triunfadora. Son precisamente tus elecciones, tus decisiones las que te han hecho una persona cuya alma gigante es capaz de sentir empatía y ejercer solidaridad por cualquier ser humano cuyos derechos son vulnerados. Desde la niña ‘presuntamente’ violada por J.G.V., hasta Fernando Balda, pasando por los diez jóvenes de Luluncoto, los pobladores de Dayuma, los pueblos no contactados, y cientos de perseguidos. Cientos.

Tú no estás sola. Solo y perdido está quien abandona sus principios, se rodea de aduladores, y persigue a sus amigos cuando le dicen la verdad.

#YoEstoyConMartha

(Publicado el 20 de enero de 2014, en El Universo)

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