Si es con Guayaquil, es contigo

Al principio yo también estuve de acuerdo con el tono que usó, en primer lugar, el vicepresidente Otto Sonnenholzner para llamar la atención de los guayaquileños sobre su falta de cumplimiento a la cuarentena. Ahora estoy segura de que fue un error.

¿Por qué? Porque la voz de la autoridad ejerce una gran influencia en el resto, es un acto de pedagogía política. En palabras más fáciles: pone el ejemplo. Y, aunque su tono fue respetuoso, el haber señalado a Guayaquil como el lugar donde sus habitantes estaban siendo más irresponsables, abrió la puerta para que mucha gente, de todo nivel, sacara a desfilar sus pequeñeces, sus taras, sus miserias.

Hoy leo con dolor que lo que pasa en Guayaquil es “selección natural”, se ven memes donde se restan las cifras de contagios de Guayaquil del resto del Ecuador, animaciones donde se usa al Coyote con un serrucho recortando a la provincia del Guayas del resto del país. Esto es muy grave, no solo porque evidencia la fractura regional y social, sino porque estamos en EMERGENCIA, y ese tono casi punitivo del resto del país hacia Guayas y Guayaquil, podría influir inclusive en toma de decisiones que determinen la vida o la muerte, la muerte digna o la muerte miserable y atroz no solo de guayacenses, sino de cualquiera que esté albergado en esta Casa Grande que es Guayaquil. ¿Cómo así? Porque algún funcionario podría poseer la soberbia moral para decidir que los guayacenses no se merecen la cantidad de pruebas, de camas, de medicamentos, de insumos médicos, etcétera, por ser como han sido señalados.

El contraste

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, en una rueda de prensa dada hoy 25 de marzo de 2020, sobre la situación de su ciudad, epicentro del Covid-19 (38.800 de los 55.000 casos están en NYC) en Estados Unidos, dijo frases como estas: “Le estamos pidiendo al país que nos socorra, luego nosotros los vamos a socorrer. Si nos ayudan ahora, yo personalmente veré que los respiradores y la asistencia sea enviada después al próximo hotspot. Podemos usar la ayuda y las lecciones de NYC luego en otros lugares. Tenemos 15 veces más el problema que California y Nueva Jersey. ¿Por qué? Mi opinión personal es porque NYC le da la bienvenida a todo el mundo. Nuestra cercanía, nuestra apertura es lo que nos hizo vulnerables, pero es lo que nos hace NYC, y lo que nos define como el tipo de humanidad que somos.”

Esta es la clase de liderazgo que necesitamos para enfrentar al enemigo que aún siendo común, no termina de unirnos. Sin líderes que muesten empatía, no hay confianza, y sin confianza en los líderes, no hay manera de que un país se deje guiar por las palabras de esos líderes.

Hay muchas razones para el incumplimiento

No hay solo una razón para incumplir la cuarentena, hay muchas, pasa por el trabajo informal que alimenta a diario a millones de guayaquileños, que no saben qué es ser asalariado, y por tanto, no pueden darse el lujo de no salir. Pasa también por la cultura más abierta y sociable, pasa por la rebeldía de creerse que pueden aún mantener control sobre sus vidas, pero pasa más que nada, porque somos parte de la humanidad, y, según expertos, la naturaleza humana dificulta que muchos se acojan al encierro. No solo en Guayaquil, pasó ya en muchísimas ciudades como Milán, Madrid, NYC, Miami, y sigue pasando. Y está en los líderes encontrar caminos para conectarse emocionalmente con sus mandantes, de modo que podamos salir juntos de esta terrible catástrofe. Juntos, porque solo juntos es posible, separados, atacándonos, es imposible.

Así, que hermano ecuatoriano de cualquier rincón de este pequeño y gran país, mi mensaje para ti es que sepas que lo que pasa en Guayaquil, nos pasa a todos, que asumas como propia la tragedia, porque hoy más que nunca, así lo es, que te solidarices antes de juzgar, y que abraces a Guayaquil, que sufre hoy primero y mucho más que el resto del Ecuador. Si es con Guayaquil, es contigo.

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